Este recipiente se caracteriza por tener un interior esmaltado y una tapa sin esmaltar. Combina perfectamente las ventajas de las ollas romanas de arcilla natural con los recipientes típicos recubiertos. En esta olla podrás preparar deliciosas carnes, verduras, pasteles, panes y muchos otros platos. También es ideal para almacenar pan.
La olla romana con interior esmaltado y tapa sin esmaltar es un recipiente que combina las ventajas de una olla típica de arcilla natural y recipientes recubiertos, ya sea esmaltados o vidriados de otra manera. En este recipiente podrás preparar deliciosas carnes, verduras, pasteles, panes y muchos otros platos. También es ideal para almacenar pan.
Para hornear en ella, usa grasa o aceite. Algunos platos también se pueden preparar sin grasa, usando solo un poco de agua para lograr la humedad adecuada dentro del recipiente cubierto.
Recomendamos remojar la tapa de arcilla antes de usarla, de modo que el agua que se evapora durante la cocción proporcione mayor jugosidad a los platos. No es necesario remojar la olla en sí debido al esmalte. El esmalte cerámico evita que los olores de los alimentos penetren en las paredes de la olla, por lo que es ideal para platos con productos más aromáticos (los aromas solo serán absorbidos naturalmente por la tapa sin esmaltar). El fondo de la olla está adecuadamente acanalado, lo que evita que los alimentos se adhieran en exceso. Gracias al vidriado, lavar y limpiar la olla es muy fácil. La olla se presenta muy bien, y su apariencia atractiva se ve realzada por un adorno geométrico antiguo que adorna la tapa. La gran capacidad y profundidad del recipiente, así como su forma alargada, te permitirán preparar porciones familiares de gran tamaño o platos para varios días, incluyendo pescado o aves sin necesidad de cortarlos en porciones.
¡Atención! El recipiente no debe someterse a cambios bruscos de temperatura, por ejemplo, no se debe verter líquidos fríos en la olla caliente. La olla romana es apta para su uso en el horno, a una temperatura de hasta 250°C. Recuerda que toda la superficie del recipiente se calienta mucho, por lo que es necesario usar guantes de protección. Después de sacar la olla del horno, colócala sobre una base de madera o un paño de cocina.
Limpieza y almacenamiento: recomendamos limpiar el interior esmaltado de la olla a mano, usando detergente para platos. No uses detergente para lavar las partes de arcilla, solo usa agua caliente, y en caso de suciedad intensa, usa sal de cocina y una esponja o cepillo rígido. Almacena el recipiente con la tapa invertida, preferiblemente con una toalla de papel de manera que permita el acceso de aire al interior de la olla.