Gracias a la olla romana, podrás diversificar fácilmente tus comidas diarias. Sin problema, podrás preparar en ella platos saludables de una sola olla. Los alimentos cocidos bajo cubierta tendrán más vitaminas y microelementos. Serán sabrosos y saludables.
La olla romana está hecha de arcilla natural. Sus propiedades permiten hornear alimentos en un ambiente de vapor. El recipiente tiene una estructura porosa, por lo que durante el remojo antes de cocinar, el agua penetra en sus poros. Durante el horneado, esta agua se evapora y el alimento se cocina al vapor, estofándose en su propio jugo. Gracias a esto, no es necesario añadir grasa a los alimentos, y el plato conserva su aroma natural. Gracias a la tapa, el plato preparado conserva más vitaminas y microelementos. El plato resulta delicioso y saludable.
La olla también es una variación para los amantes de la cocina vegana y vegetariana. La olla romana también facilitará la cocina a personas que sigan una dieta ligera o baja en grasas. Las personas que disfrutan de la cocina georgiana podrán preparar fácilmente sus platos favoritos en ella.
Modo de uso:
- Antes de cada uso, remoja la olla en agua durante 10-15 minutos, sumergiéndola completamente. Luego colócala en un horno frío. Dependiendo de los requisitos de la receta, calentamos la olla vacía o directamente con el contenido. Después de hornear, puedes sacar el plato cuando esté caliente (por ejemplo, pan) o dejarlo enfriar hasta que los ingredientes se unan bien (por ejemplo, cuando prepares un paté). El uso de la olla debe adaptarse a la receta.
- Antes de hornear pan, unta la olla con mantequilla o aceite de coco y espolvorea con pan rallado o harina para sacar fácilmente el pan horneado.
- No se debe colocar la olla directamente sobre gas o placa eléctrica.
- La olla romana no debe someterse a cambios bruscos de temperatura.
- No se deben verter líquidos fríos en la olla caliente.
- La temperatura máxima recomendada para hornear en ollas romanas es de 200°C.
- La olla está destinada para su uso en hornos de gas y eléctricos.
Limpieza y mantenimiento:
Después de usar, la olla debe remojarse varias veces en agua tibia, luego lavarse con una esponja o cepillo suave. Las manchas más difíciles se pueden limpiar usando bicarbonato de sodio. De vez en cuando, vale la pena hervir la olla en agua con vinagre para neutralizar los olores. No se debe lavar la olla en el lavavajillas.
Después de lavar, la olla debe dejarse secar completamente y almacenarse abierta, preferiblemente en un lugar ventilado.
Dimensiones exteriores:
1. olla:
2. tapa:
Dimensiones interiores:
1. olla:
2. tapa:
Dimensiones del conjunto: