Un método popular para cerrar herméticamente los frascos es el sistema Weck, que consiste en un frasco con un borde especialmente perfilado en la abertura, sobre el cual se coloca una junta circular plana hecha de caucho natural, y sobre esto, una tapa de vidrio especialmente adaptada y perfilada. Esta tapa se presiona contra el frasco con un resorte que se engancha en el borde del frasco.