Es difícil evaluar qué etapa durante la producción casera de bebidas alcohólicas proporciona más placer. ¿El embotellado o el descorche? La hermosa forma de las botellas, adornadas con un elegante corcho, hace que simplemente mirarlas ya sea una gran diversión. ¿Alguna vez has usado un embotellador manual? Tiene muchas ventajas.
El embotellado es una etapa muy importante en la producción, por ejemplo, de vino casero. Su bouquet y sabor no dependen solo de la fermentación realizada, sino en gran medida también de la calidad de los corchos y del método utilizado para embotellar.
PREPARACIÓN DE LOS CORCHOS
Los corchos naturales (macizos, aglomerados, en capas) y los corchos sintéticos vienen en diferentes formas (cilíndricos, cónicos) y estilos (por ejemplo, corchos tipo seta y decorativos). Los corchos sintéticos están listos para usar de inmediato, mientras que los corchos naturales deben prepararse adecuadamente antes de embotellar.
PROCESO DE EMBOTELLADO
Para evitar diversos tipos de contaminación, antes de comenzar el embotellado, las botellas deben lavarse cuidadosamente con un cepillo para botellas y detergente para platos, y luego enjuagarse bien. Si queremos estar 100% seguros de la limpieza, se puede realizar una esterilización hirviendo en agua a 80⁰C durante unos 10 minutos o enjuagando con una solución de metabisulfito de potasio.
Al llenar las botellas, se debe prestar especial atención para que el vino se airee lo menos posible. Esto se facilita con un tubo de sifón y un embudo. También se debe recordar dejar unos 4-5 cm de espacio vacío por debajo del borde del cuello de la botella.
Los corchos cónicos se colocan en el cuello de la botella y luego se insertan manualmente o con el uso de un embotellador (elegido entre los modelos disponibles).
Los corchos cilíndricos se colocan en las botellas después de la preparación adecuada, siendo necesario el uso de un embotellador. En el caso de que se necesite embotellar no más de 30 botellas, basta con usar el embotellador manual más simple en forma de manguito. Para una mayor cantidad de botellas, los embotelladores de 2-3 brazos son los más útiles, ya que requieren menos fuerza y permiten aumentar la velocidad de embotellado.
Después del embotellado, las botellas deben permanecer en posición vertical durante un día. Esto permitirá que el corcho se ajuste a la pared interna del cuello de la botella. Luego, las botellas deben colocarse en posición horizontal, lo que previene el secado del corcho (el vino "baña" el corcho) y asegura un intercambio de gases adecuado entre el interior de la botella y el entorno. Después de dos o tres días, se debe verificar si los corchos no tienen fugas. Si hay una fuga, es necesario reemplazar el corcho por uno nuevo.
El toque final del proceso de embotellado es la colocación de cápsulas termocontraíbles. Existen varias formas de encoger las cápsulas en los cuellos de las botellas. Se puede utilizar un dispositivo especial (encogedor profesional) o emplear uno de los métodos caseros:
sumergir el cuello de la botella con la cápsula colocada en un recipiente con agua caliente (cuidado: ¡el uso de agua hirviendo puede dañar la cápsula!);
colocar los cuellos de las botellas con la cápsula colocada sobre un chorro de vapor que sale, por ejemplo, de una tetera;
calentar la botella de pie con la cápsula colocada con un secador de pelo por todos lados, hasta que la cápsula se ajuste al cuello de la botella.
El uso de una cápsula de color mejora la apariencia de la botella y protege el corcho, permitiendo que el vino envejezca por más tiempo. También vale la pena usar etiquetas autoadhesivas en las botellas, que permiten registrar el tipo, la añada del vino y otra información útil de este tipo.
ALMACENAMIENTO / ENVEJECIMIENTO DEL VINO
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¡Atención! Este tipo de embotellador no es adecuado para embotellar botellas con cuello enrollado.